lunes, 11 de febrero de 2013

Ángel González: posibles preguntas de examen


La Generación poética de los 50: Ángel González
Posibles preguntas de examen



  1. ¿Quiénes son los autores más importantes de la Generación del 50? ¿Por qué? ¿A qué se debe que los veamos como un grupo homogéneo? ¿O hay alguna diferencia entre ellos? De ser así, ¿cuál o cuáles?
  2. ¿Cuáles son las características que singularizan la poesía de la Generación del 50? Ayúdate del siguiente poema de Ángel González (tomado de su libro Tratado de urbanismo) para ejemplificarlas.

CIUDAD CERO

Una revolución.
Luego una guerra.
En aquellos dos años —que eran
la quinta parte de toda mi vida—,
ya había experimentado sensaciones distintas.
Imaginé más tarde
lo que es la lucha en calidad de hombre.
Pero como tal niño,
la guerra, para mí, era tan sólo:
suspensión de las clases escolares,
Isabelita en bragas en el sótano,
cementerios de coches, pisos
abandonados, hambre indefinible,
sangre descubierta
en la tierra o las losas de la calle,
un terror que duraba
lo que el frágil rumor de los cristales
después de la explosión,
y el casi incomprensible
dolor de los adultos,
sus lágrimas, su miedo,
su ira sofocada,
que, por algún resquicio,
entraban en mi alma
para desvanecerse luego, pronto,
ante uno de los muchos
prodigios cotidianos: el hallazgo
de una bala aún caliente,
el incendio
de un edificio próximo,
los restos de un saqueo
—papeles y retratos
en medio de la calle...
Todo pasó,
todo es borroso ahora, todo
menos eso que apenas percibía
en aquel tiempo
y que, años más tarde,
resurgió en mi interior, ya para siempre:
este miedo difuso,
esta ira repentina,
estas imprevisibles
y verdaderas ganas de llorar.


  1. La crítica suele dividir la obra de Ángel González en tres fases o etapas. ¿En qué se basa para hacerlo? Aunque hagamos esta partición en su evolución poética, ¿hay rasgos constantes y continuos en su obra? ¿Cuáles?
  2.  Si tuvieras que explicar la poesía de Ángel González a alguien que no lo conoce de nada, ¿qué tres aspectos considerarías los más importantes?
  3. Cita cuatro temas típicos de la poesía de Ángel González e indica por qué son importantes en su trayectoria. Trata de poner ejemplos.
  4. ¿Con qué fase de la poesía de Ángel González crees que se corresponde el siguiente poema? Justifica tu respuesta. A continuación, aclara el sentido del texto y explica de quién es la voz que habla en el poema y qué implicaciones cabe extraer de ello.

PALABRAS DEL ANTICRISTO

Yo soy
la mentira y la muerte
(es decir, la verdad última
del hombre).

Sé que no hay esperanza,
pero te dije:
                                espera,
con el único fin
de envenenar tu vida
con la letal ponzoña de los sueños.

No hubo resurrección.

Una gran piedra
selló mi tumba,
                         en la que solo había
silencio y sombra.
Nada hallaron en ella, salvo sombra y silencio.

Yo soy el que no fue
ni será nunca:

en la oquedad vacía
la turbia resonancia de tu miedo.

(Prosemas o menos)

  1. ¿Por qué son importantes Juan Ramón Jiménez y Antonio Machado en la obra de Ángel González? 
  2. ¿A qué nos referimos cuándo hablamos de la ficcionalización del yo poético perceptible en la poesía de Ángel González? ¿Qué se consigue con ello? Utiliza ejemplos en tu respuesta.
  3. ¿Por qué consideramos que Áspero mundo constituye capítulo aparte en la poesía de Ángel González? ¿Qué características ya esbozadas en este libro veremos desarrolladas después en la poesía de González?

  1. Explica con detenimiento la primera fase de la poesía de Ángel González. ¿Qué libros la componen? ¿Cuál es su cronología? ¿Qué características la singularizan? ¿Qué rasgos hermanan a Ángel González con qué otros poetas de su generación en esta primera etapa? ¿Sabrías indicar títulos de poemas importantes de este primer momento?
  2. Comenta uno de los siguientes poemas (ten en cuenta para ello el tema, los recursos fundamentales que utiliza, la época de la poesía de Ángel González en que puede enmarcarse, la importancia en su trayectoria posterior, las influencias que se manifiestan en él, etc.):
ELEGIDO POR ACLAMACIÓN

Sí, fue un malentendido.
                                Gritaron: ¡a las urnas!
y él entendió: ¡a las armas! -dijo luego-. 
Era pundonoroso y mató mucho. 
Con pistolas, con rifles, con decretos. 
Cuando envainó la espada dijo, dice: 
La democracia es lo perfecto. 
El público aplaudió. Sólo callaron, 
impasibles, los muertos. 
El deseo popular será cumplido. 
A partir de esta hora soy -silencio- 
el Jefe, si queréis. Los disconformes 
que levanten el dedo. 
Inmóvil mayoría de cadáveres 
le dio el mando total del cementerio.

(Grado elemental)

MILAGRO DE LA LUZ

Milagro
de la luz: la sombra nace, 
choca en silencio contra las montañas, 
se desploma sin peso sobre el suelo 
desvelando a las hierbas delicadas. 
Los eucaliptos dejan en la tierra 
la temblorosa piel de su alargada 
silueta, en la que vuelan fríos 
pájaros que no cantan. 
Una sombra más leve y más sencilla, 
que nace de tus piernas, se adelanta 
para anunciar el último, el más puro 
milagro de la luz: tú contra el alba.

(Áspero mundo)

MERIENDO ALGUNAS TARDES

Meriendo algunas tardes:
no todas tienen pulpa comestible.

Si estoy junto a la mar
muerdo primero los acantilados.
Luego las nubes cárdenas y el cielo
-escupo las gaviotas-,
y para postre dejo las bañistas
jugando a la pelota y despeinadas.

Si estoy en la ciudad
meriendo tarde a secas:
mastico lentamente los minutos
-tras haberles quitado las espinas-
y cuando se me acaban
me voy rumiando sombras,
rememorando el tiempo devorado
con un acre sabor a nada en la garganta.

(Breves acotaciones para una biografía)

EL OTOÑO SE ACERCA

El otoño se acerca con muy poco ruido: 
apagadas cigarras, unos grillos apenas, 
defienden el reducto 
de un verano obstinado en perpetuarse, 
cuya suntuosa cola aún brilla hacia el oeste. 

Se diría que aquí no pasa nada, 
pero un silencio súbito ilumina el prodigio: 
ha pasado 
un ángel 
que se llamaba luz, o fuego, o vida. 

Y lo perdimos para siempre.

(Otoños y otras luces)

  1. ¿Qué hechos fundamentales de la biografía de Ángel González te parecen más importantes para comprender su poesía?
  2. ¿Qué relación se establece entre los poetas del 50 y los de la generación precedente en lo que se refiere a la poesía social?
  3. Explica en líneas generales la evolución poética de los autores del 50.
  4. ¿En qué escuelas suele subdividirse la Generación del 50? ¿Por qué? ¿Estas de acuerdo con esa subdivisión? ¿A qué se debe que los autores que consideramos más representativos de la generación coincidan casi exactamente con una de las escuelas?
  5. ¿De qué modo influyeron sobre Ángel González sus primeras lecturas poéticas? ¿En qué obras suyas se transparentan estas lecturas? ¿De qué modo lo hacen en Áspero mundo?
  6. Explica la importancia de la ironía en la obra de Ángel González.
  7. ¿Qué le sucede a Ángel González entre finales de los 60 y principios de los 70? ¿Por qué cambia su poesía en ese momento? ¿Cómo cambia? Ayúdate en tu explicación del siguiente poema:
PREÁMBULO A UN SILENCIO

Porque se tiene conciencia de la inutilidad de tantas cosas
a veces uno se sienta tranquilamente a la sombra de un árbol
        -en verano-
y se calla.

(¿Dije tranquilamente? falso, falso:
uno se sienta inquieto, haciendo extraños gestos,
pisoteando las hojas abatidas
por la furia de un otoño sombrío,
destrozando con los dedos el cartón inocente de una caja de fósforos,
mordiendo injustamente las uñas de esos dedos,
escupiendo en los charcos invernales,
golpeando con el puño cerrado la piel rugosa de las casas
            que permanecen indiferentes al paso de la primavera
una primavera urbana que asoma con timidez los flecos
            de sus cabellos verdes allá arriba,
detrás del zinc oscuro de los canalones,
levemente arraigada a la materia efímera de las tejas a
             punto de ser de polvo.)

Eso es cierto, tan cierto
como que tengo un nombre con alas celestiales,
arcangélico nombre que a nada corresponde:
Ángel
me dicen
y yo me levanto
disciplinado y recto
con las alas mordidas
                      -quiero decir: las uñas-
y sonrío y me callo porque, en último extremo,
uno tiene conciencia
de la inutilidad de todas las palabras.

(Tratado de urbanismo)



  1. Explica semejanzas y diferencias entre los tres siguientes poemas:

PORVENIR

Te llaman porvenir
porque no vienes nunca.
Te llaman: porvenir,
y esperan que tú llegues
como un animal manso
a comer en su mano.
Pero tú permaneces
más allá de las horas,
agazapado no se sabe dónde.
...Mañana!
Y mañana será otro día tranquilo
un día como hoy, jueves o martes,
cualquier cosa y no eso
que esperamos aún, todavía, siempre.

(Sin esperanza, con convencimiento)

Sé lo que es esperar:
¡esperé tantos
días y tantas cosas en mi vida!
Los inviernos tediosos esperando,
los veranos, bajo el sol,
esperando,
el luminoso y amarillo otoño
—bella estación para esperar—
e incluso
la primavera abierta a toda espera
más próxima que nunca a realizarse,
me han visto inútilmente,
pero firme,
tenaz, ilusionado,
en el lugar y la hora de la cita,
alta la fe y el corazón en punto.

Alta la fe y el corazón
dispuesto,
igual que tantas veces, aquí sigo,
en la esquina del tiempo
—vendrá pronto—
tras un limpio cristal de sol, de lluvia o de aire,
acodado en el claro mirador
de los vientos,
mientras pasan y pasan los meses y los días.

(Sin esperanza, con convencimiento)

EL FUTURO

Pero el futuro es diferente
al porvenir que se adivina lejos,
terreno mágico, dilatada esfera
que el largo brazo del deseo roza,
bola brillante que los ojos sueñan,
compartida estancia
de la esperanza y de la decepción, oscura
patria
de la ilusión y el llanto
que los astros predicen
y el corazón espera
y siempre, siempre, siempre está distante.

Pero el futuro es otra cosa, pienso:
tiempo de verbo en marcha, acción, combate,
movimiento buscado hacia la vida,
quilla de barco que golpea el agua
y se esfuerza en abrir entre las olas
la brecha exacta que el timón ondea.

En esa línea estoy, en esa honda
trayectoria de lucha y agonía,
contenido en el túnel o trinchera
que con mis manos abro, cierro o dejo
obedeciendo al corazón, que manda,
empuja, determina, exige, busca.
¡Futuro mío…! Corazón lejano
que lo dictaste ayer:
no te avergüences.
Hoy es el resultado de tu sangre,
dolor que reconozco, luz que admito,
sufrimiento que asumo,
amor que intento.

Pero nada es aún definitivo.
Mañana he decidido ir adelante,
y avanzaré,
mañana me dispongo a estar contento
mañana te amaré, mañana
y tarde,
mañana no será lo que Dios quiera.
Mañana gris o luminosa o fría
que unas manos modelan en el viento,
que unos puños dibujan en el aire.

(Sin esperanza, con convencimiento)

  1. Atendiendo a los rasgos de cada uno de los siguientes textos, explica a qué fase de la poesía de Ángel González cabría adscribirlos y por qué:
Aquí, Madrid, mil novecientos
cincuenta y cuatro: un hombre solo.

Un hombre lleno de febrero,
ávido de domingos luminosos,
caminando hacia marzo paso a paso,
hacia el marzo del viento y de los rojos
horizontes -y la reciente primavera
ya en la frontera del abril lluvioso-.

Aquí, Madrid, entre tranvías
y reflejos, un hombre: un hombre solo.

-Más tarde vendrá mayo y luego junio,
y después julio y, al final, agosto-.

Un hombre con un año para nada
delante de su hastío para todo.

(Áspero mundo)

Otro tiempo vendrá distinto a éste.  
Y alguien dirá:  
«Hablaste mal. Debiste haber contado  
otras historias:  
violines estirándose indolentes  
en una noche densa de perfumes,  
bellas palabras calificativas  
para expresar amor ilimitado,  
amor al fin sobre las cosas  
todas.» 
Pero hoy, 
cuando es la luz del alba 
como la espuma sucia 
de un día anticipadamente inútil, 
estoy aquí, 
insomne, fatigado, velando 
mis armas derrotadas, 
y canto 
todo lo que perdí: por lo que muero.

(Sin esperanza, con convencimiento)

TODO EL MUNDO LO SABE

De tarde en tarde el cielo está que arde.
En el jardín la luz declina rosa
rosae
, y la fuente rumorosa

conjuga en el silencio de la tarde

el presente de un verbo evanescente
que articula el mañana y el ayer.
“Todo lo que ya fue volverá a ser”, 
murmura el cuento claro de la fuente.

El cuento de la fuente es eso: un cuento.
Quemó el cielo la luz en la que ardía,
y el día se deshizo en un memento

homo: humo, ceniza, lejanía.
Eso es lo que nos queda de aquel día.
Quien quiera saber de él, pregunte al viento.


(Nada grave)

A VECES

Escribir un poema se parece a un orgasmo:
mancha la tinta tanto como el semen,
empreña también más en ocasiones.
Tardes hay, sin embargo,
en las que manoseo las palabras,
muerdo sus senos y sus piernas ágiles,
les levanto las faldas con mis dedos,
las miro desde abajo,
les hago lo de siempre
y, pese a todo, ved:
¡no pasa nada!
Lo expresaba muy bien César Vallejo:
“Lo digo y no me corro”.

Pero él disimulaba.

(Breves acotaciones para una biografía)

ENTONCES

Entonces,
en los atardeceres de verano,
el viento
traía desde el campo hasta mi calle
un inestable olor a establo

y a hierba susurrante como un río

que entraba con su canto y con su aroma
en las riberas pálidas del sueño.

Ecos remotos,
sones desprendidos
de aquel rumor,
hilos de una esperanza
poco a poco deshecha,
se apagan dulcemente en la distancia:

ya ayer va susurrante como un río

llevando lo soñado aguas abajo,
hacia la blanca orilla del olvido.

(Muestra, corregida y aumentada, de algunos procedimientos narrativos y de las actitudes sentimentales que habitualmente comportan)

FINAL CONOCIDO

Después de haber comido entrambos doce nécoras,

alguien dijo a Pilatos:
                                   -¿Y qué hacemos ahora?
Él vaciló un instante y respondía
(educado, distante, indiferente):
-Chico, tú haz lo que quieras.
                                               Yo me lavo las manos.
(Procedimientos narrativos)


HAY QUE SER MUY VALIENTE


Hay que ser muy valiente para vivir con miedo.
Contra lo que se cree comúnmente,
no es siempre el miedo asunto de cobardes.
Para vivir muerto de miedo,
hace falta, en efecto, muchísimo valor.

(Nada grave)

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